- Consumo de recursos no necesarios en almacén.
- Generación de obsoletos.
- Tener dinero en el almacén pero no tener aquello que reclama mi cliente.
En la distribución hay una diferencia entre aprovisionar por «feeling», aprovisionar «por faltantes» o aprovisionar «con sentido».
En un proyecto reciente, hemos propuesto una nueva metodología de gestión de inventario y aprovisionamiento para garantizar la disponibilidad de producto reduciendo el 50% del valor del inventario en todo el proceso.
Pero no se quedará en propuesta. Los formaremos, los ayudaremos a desarrollarlo hasta que ya no seamos necesarios y el proceso esté consolidado en la empresa.
¿Crees que eso es posible? Contáctame si quieres saber más